Durante la década de 1860 este lugar pasó de ser la huerta privada de los padres Carmelitas a convertirse en el paseo público y espacio de festejos cívicos. En este espacio el presidente Benito Juárez durante su segunda estancia en 1867 celebró la primera gran celebración cívica referente a la batalla del 5 de mayo.
En la época porfiriana la Alameda se convirtió en el paseo público más grande e importante de San Luis Potosí. Se construyeron nuevos atractivos como un lago artificial y un faro donado por las colonias alemana, francesa, inglesa, italiana, belga y suiza, con motivo del primer centenario de la independencia de México.