El Palau de la Música Catalana es un auditorio con una amplia carrera, ya que es una de las obras más emblemáticas del modernismo.
Destacada principalmente por la espectacularidad de sus formas y por la estrecha síntesis que muestra entre la arquitectura y las artes aplicadas.
Cuenta con una sala de conciertos con ciertas esculturas en exhibición vidrieras mosaicos y otros elementos decorativos al igual que cuenta con una bella policromía que le da el revestimiento de mosaico.